Poemas

.1..Milan Kundera “La Despedida”
 “Las relaciones humanas sólo empezarán a evolucionar de manera positiva cuando las mujeres sean individualmente lo bastante fuertes para llegar a ser poderosas colectivamente”.

...”La necesidad de calor y humedad se había independizado, desvinculándose en la práctica de la persona con quien debían satisfacerse, la búsqueda de calor y humedad (no de calor y ternura) era equivalente a la persecución de un “objeto apropiable y utilizable, independiente de las personas”; se buscaban como se busca un libro o un baño caliente después de un paseo, acompañada de impacientes instrucciones (“levanta las piernas, abre la boca”) y un embotamiento de la propia sensibilidad, su adulteración era todavía más brutal.
Un hombre siempre puede descargar su atrofia emocional en la vagina de una mujer sin percibirla como persona”, sin que ella pueda eludir en el fondo su subordinación a él. En efecto, el coito es sólo el tributo que ella paga a cambio de la seguridad, la protección y el reconocimiento social...”

...”¿Cuándo empezarán los hombres a hablar con otros hombres de su vida personal, a tocar a otros hombres cuando deseen sentir el calor de una persona humana?

Para eso están las mujeres, actúan como amortiguador entre los hombres que, solos, se despedazarían. Las mujeres hablan con mujeres y con hombres. Si sólo se relacionan con mujeres enseguida se las considera enemigas de los hombres, pero son los hombres quienes se niegan a relacionarse con otros hombres, quienes actúan como enemigos de los hombres...”
.2..Mª Teresa Cervantes. “Sin testigos”.

 ...¿Qué importa que tenga tal o cual aspecto?
¿Por qué se tortura mirándose al espejo?
¿Es que realmente no es más que un objeto
a disposición de los ojos de los hombres?
¿Es que no sabe ser independiente de su aspecto, al menos tan independiente como cualquier hombre?

3.Amancio Prada.“Libre, te quiero”
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.

Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.

Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.

Alta te quiero,
como chopo que al cielo
se despereza.
Pero no mía.

Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.


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